En el artículo de hoy quiero hablarte sobre miedo y ansiedad. Si has sufrido alguna vez de ansiedad, estarás conmigo en lo invalidante que puede llegar a ser. Las personas que lo sufren viven continuamente en el miedo e, incluso, pueden llegar a sentir miedo de su propio miedo. Para evitar sentir estas sensaciones tan desagradables hacen todo lo posible por anticiparse e intentar controlar y prevenir la ansiedad, pero, por desgracia, esto no solamente no funciona, sino que, lo que acaba ocurriendo es que, cada vez que intentamos controlar o anticipar para no sentir, acabamos sintiendo con más intensidad.
Puede que alguna vez te hayas preguntado: ¿podría dejar de sentir miedo?
Sentir miedo es normal. El miedo es una emoción que tiene una función muy importante, nos ayuda a sobrevivir. El miedo nos ayuda a protegernos de los peligros. Sin él no podríamos vivir ya que estaríamos continuamente en riesgo. Tener un poco de miedo a perder tu trabajo, puede ayudarte a implicarte un poco más para dar lo mejor de ti. Tener un poco de miedo a perder tu salud, puede ayudarte a cuidarte un poco más.
Por lo que: ¿cuándo sentir miedo se convierte en un problema?
El miedo se convierte en un problema cuando supera el límite y se convierte en un miedo excesivo. Cuando esto ocurre nos limita, nos bloquea y nos genera mucho sufrimiento.
¿El miedo se puede convertir en ansiedad?
La ansiedad es la consecuencia de la mala gestión del miedo. Como te decía antes, la función del miedo es ayudarnos a sobrevivir. Por este motivo cuando vivimos o percibimos una situación amenazante, el miedo activa la respuesta física de nuestro cuerpo para ponernos a salvo. Esta respuesta física de nuestro cuerpo es a lo que llamamos ansiedad.
El miedo y la ansiedad son la causa y el efecto de la una a la otra, cuando sientes miedo, se activa la ansiedad (que es la respuesta de tu cuerpo ante el miedo) por ello, si aprendes a gestionar el miedo también aprenderás a gestionar la ansiedad. Ya que, al gestionar esa emoción, tu cuerpo no reaccionará como si estuviera ante un peligro inminente. En cambio, si solamente te paras querer gestionar la ansiedad (respuesta de tu cuerpo) y no te paras a entender y comprender el miedo, el miedo no se reducirá y, por lo tanto, mientras el miedo no puedas aprender a gestionarlo, sentirás una respuesta de ansiedad desbordante.
Con esto, lo que quiero decirte es que, no solo necesitas aprender técnicas estratégicas para gestionar las reacciones de tu cuerpo, sino que necesitas cambiar la percepción que tienes del miedo. Este es uno de los objetivos que tenemos desde el enfoque de Terapia Breve Estratégica, cambiar la forma de percibir y sentir el problema de la persona para la persona no sienta que el problema es más fuerte que él o ella.
¿Cuándo la ansiedad se vuelve patológica?
Cuando nos sentimos incapaces de hacer las cosas que necesitamos hacer en nuestro día a día. Cuando sentimos que no tenemos control sobre nuestra vida, pensamos que somos débiles y nos volvemos dependientes de los demás para poder vivir. Por ejemplo, cuando nos vemos incapaces de quedarnos solos en casa o de salir a la calle sin nadie que nos acompañe.
Cuando evitamos conducir a pesar de que lo necesitamos por el miedo que nos genera, cuando tenemos una sintomatología que nos hace vivir nuestro día a día de una forma muy limitante. Además, puede derivar en otras problemáticas o trastornos como:
- Ansiedad con la comida.
- Ataques de pánico.
- Agorafobia.
- Fobia específica.
- Fobia a volar (acrofobia).
- Ansiedad generalizada
- Fobia de impulsión
- Fobia social
- Hipocondría
- Fobia a conducir (Amaxofobia)
- Miedo a morir o patofobia.
- Miedo a no estar a la altura
- Burnout
¿Qué síntomas puedes sentir si sufres de ansiedad?
- Síntomas de tensión
- Estado continuo de alerta
- Insatisfacción hacia ti mismo e incluso hacia los demás.
- Dificultades para conciliar el sueño y para dormir.
- Problemas de atención, concentración y aprendizaje.
- Indecisión.
- Sentimiento de angustia
- Apatía
- Reducción del deseo sexual.
- Mareos y vértigos.
- Sensación de cansancio, agotamiento y debilidad.
- Taquicardia y bradicardia
- Dolor de cabeza tensional
- Sudoración abundante.
- Trastornos digestivos e intestinales
- Dificultades respiratorias
La ansiedad, además, genera una serie de consecuencias conductuales que, a la vez, pueden convertirse en factores importantes de incremento de la ansiedad, como, por ejemplo:
- Aislarse.
- Consumir tabaco, alcohol o drogas.
- Castigarse verbalmente siendo muy crítico contigo mismo.
- Comer de forma compulsiva o evitar comer.
- Reducir el contacto con amigos, familia o personas importantes.
Estas son algunos tipos de respuestas que, a veces, ponemos en marcha con nuestras mejores intenciones para solucionar el problema. Pensamos: “Si evito salir y que la gente me vea así, me sentiré mejor porque nadie tendrá que verme en este estado”. “Mientras como de forma compulsiva, me relajo en ese momento”. “Mientras fumo o consumo alcohol y drogas, no siento el profundo malestar que sí que noto cuando no estoy bajo esos efectos”.
Puede que, con las mejores intenciones, pongas en práctica alguna de estas respuestas conductuales de la ansiedad o puede que lo hagas y ni siquiera te des cuenta de que lo estés haciendo con ese fin, pero, cuando evitamos sentir la ansiedad, luchamos con ella o intentamos suprimirla utilizando algo de lo que te he contado arriba, más que ayudarte a gestionar tu ansiedad, te ayudas a que la ansiedad se vuelva más fuerte.
¿Cómo aborda la Terapia Breve Estratégica los problemas de ansiedad?
Desde el modelo de Terapia Breve Estratégica no nos concentramos en buscar el origen ni las causas del problema, es decir no vamos a concentrarnos en investigar cuáles son las causas de tu ansiedad. Nos centraremos en investigar cuáles son las Soluciones Intentadas que estás poniendo en marcha y que no están funcionando. Llamamos Soluciones Intentadas (SI) a aquello que está haciendo la persona para solucionar su problema que, en realidad en vez de solucionarlo, está haciendo que el problema se mantenga y se empeore.
La Terapia Breve Estratégica aborda la ansiedad de una forma única. Este modelo de terapia utiliza una serie de técnicas que sirven de ayuda para cambiar las estrategias de afrontamiento no funcionales de las personas.
En el CTB comenzamos a trabajar los problemas desde la primera sesión, para ello utilizamos preguntas que ayuden a la persona a definir bien su problema. Utilizamos paráfrasis, metáforas, casos clínicos de ejemplo para conectar con la emoción de nuestros pacientes y ayudarles a reestructurar y cambiar la forma en la que ven y se relacionan con su problema.
Ayudar a nuestros pacientes a manejar de manera más saludable los problemas de ansiedad es nuestra prioridad. En el CTB tratamos a cada persona como la persona única que es, por eso entendemos que lo que le funciona a una persona, puede no funcionarle a otra. Por ello siempre recomendamos trabajar este tipo de problemáticas con un profesional de la salud mental que adapte el tratamiento a las necesidades individuales de cada persona.
Con la ayuda adecuada y el enfoque correcto, es posible superar los problemas de ansiedad.
Aquí estamos para caminar contigo y ayudarte. Contacta con nosotros.