Han reaparecido. Las tres, en apenas una semana. ¿Casualidad?
Tres mujeres que han vuelto a la luz pública después de largos períodos, varios años sumidas en la oscuridad que supone atravesar una enfermedad mental.
Tres mujeres que han sido noticia en las últimas semanas por haber superado sus dramas personales y regresar a sus respectivas carreras.
Y volviendo con fuerza. Pisando fuerte. Haciéndose notar. Haciéndose viral.
Y gritando con ganas “HE VUELTO”.
La resiliencia y la visibilidad de la salud mental
Resiliencia: saber sobreponerse ante y seguir de pie.
Ese es el mensaje que ha calado en la sociedad gracias a las cantantes y a la gimnasta. Y es que las tres han pasado por problemas personales y de salud mental que las llevaron a apartarse del panorama deportivo y musical.
Las tres se vieron obligadas a tomarse un tiempo en lo profesional para “ocuparse” de lo personal. Por supuesto, con mucha terapia detrás.
Y el mensaje clave en todo esto: no lo han ocultado, lo han hecho público. Le han dado voz, siendo inspiración para otras personas que puedan estar atravesando momentos similares.
Ellas, aprovechando el altavoz que les da la fama han querido gritar al mundo que “se puede y se sale.”
Amaia Montero y sus problemas de salud mental
La exvocalista de La Oreja de Van Gogh sorprendió al mundo volviendo a los escenarios, apareciendo, inesperadamente y de manera sonada, en uno de los conciertos que dio la colombiana Karol G en el Santiago Bernabéu, delante de más de 60.000 personas que lo presenciaron y enloquecieron en directo.
La cantante de Donosti reaparecía, así, tras estar alejada de los escenarios dos años debido a problemas de salud mental y cuadros de estrés y ansiedad. Ella misma publicó en redes sociales, hace dos años, que se sentía “destruida”.
Amaia interpretó «Rosas», uno de los grandes éxitos de su antigua banda, junto a la cantante colombiana, que la arropó en todo momento ofreciendo un claro ejemplo de sororidad entre mujeres, lo que conmovió a todo el país.
Este emotivo momento marcó su retorno a la música y su anuncio de nuevos proyectos musicales en el horizonte.
Al terminar, Montero comentó emocionada que «no pudo ser más bonito. Este momento lo voy a guardar en mi corazón y en mi alma para toda la vida».
Su sonado regreso no solo ha traído alegría a sus fans, sino que también ha demostrado su fortaleza y determinación para seguir adelante.
Celine Dion y el Síndrome de la Persona Rígida
La emblemática cantante canadiense hizo su regreso triunfal en la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París 2024 interpretando de manera impecable “L’Hymne à l’Amour” de Édith Piaf, desde la alturas, subida en lo más alto de la Torre Eiffel en una conmovedora y memorable actuación.
Celine Dion había estado apartada cuatro años de los escenarios debido a su enfermedad neurológica conocida como el síndrome de la persona rígida.
En realidad, podríamos decir poco conocida, pues ha sido precisamente la cantante la que ha dado voz a esta desconocida enfermedad mental. Se trata de un trastorno que provoca espasmos musculares, pudiendo llegar a la rigidez extrema e incluso llevar a la inmovilidad de las partes del cuerpo afectadas.
En un emotivo mensaje en redes sociales, Celine Dion expresó su gratitud y alegría por volver a una de sus ciudades favoritas y celebrar a los atletas olímpicos.
Simone Biles, la reaparición de una campeona y humana
Por su parte, la gimnasta estadounidense regresó por todo lo alto, también en estos Juegos Olímpicos de París 2024, donde dio muestra de su intacta calidad como atleta tras pasar por momentos de salud mental complicados que la han tenido apartada del panorama deportivo durante tres años, desde que en los pasados Juegos Olímpicos de Tokio tuviera que retirarse de la mayoría de pruebas tras sufrir «twisties», un bloqueo mental que puede llevar la pérdida del sentido del espacio y la dimensión cuando la persona está girando en el aire y produciendo un descontrol corporal que puede resultar muy peligroso.
Simone Biles no solo volvió, lo hizo a lo grande, con un increíble nivel de ejercicios en barra, salto y suelo ante los que apenas tuvo rival (acabó con un palmarés de 3 oros y una plata, dejando constancia de que es una de las más grandes atletas de todos los tiempos pero también humana).
Fue precisamente en aquellos Juegos Olímpicos de Tokio cuando la gimnasta, apoyada por su entrenadora, la francesa Cecile Landi, se hicieron eco de lo que hasta entonces había sido mucho más tabú y un estigma: sufrir un problema mental y ocuparse de ello mediante la terapia, «creo que antes era casi vergonzoso hablar con un terapeuta», señaló. «No se trata de tener un problema. Se trata de ser proactivo y asegurarte de que te conviertes en el mejor atleta y persona que puedes ser haciendo ese trabajo».
Personas con problemas mentales que inspiran a otras
Amaia Montero, Celine Dion y Simone Biles, tres mujeres que, gracias a su imagen pública, han dado voz a los problemas mentales sin mostrar miedo al qué dirán, tratando el tema como algo habitual y acabando con el tabú.
Mujeres que están pudiendo inspirar a otras personas que, como ellas, pasan por situaciones complejas de salud mental.
Cuando la persona está pasando por un episodio depresivo, un duelo o alguna enfermedad física grave y dolorosa, el mundo se ve oscuro y sin futuro. La vida se sufre, no se disfruta.
Incluso, a veces, intentan negar la situación, minimizar u ocultar los malestares físicos o emocionales ya que culturalmente “está mal quejarse” o se tiene miedo al “qué pensarán o dirán de mí».
Sin embargo, saber que alguien salió de la oscuridad, y además habló de ello sin miedo, es alentador y es el claro ejemplo de que al final del túnel se vuelve a ver la luz.
¿Cómo es una persona resiliente?
Como dijo Nelson Mandela «yo nunca pierdo, o gano o aprendo». Y esto es casi un lema de una persona resiliente. Un planteamiento vital y una actitud ante la vida que promueve el saber enfrentarse y salir victorioso ante los problemas que nos encontramos en la vida, ya sean personales, profesionales. Y no solo superar estos momentos difíciles sino aprender de todo ello.
A lo largo de la vida todos vamos a estar expuestos a situaciones de sufrimiento: pérdidas, problemas de salud, conflictos familiares, deterioro físico… La persona resiliente es consciente de que son procesos transitorios y las siguientes cualidades son las que le ayudan a transitar por ellos de manera positiva y constructiva:
- Adoptar una actitud positiva.
- Ser realista.
- Usar el humor.
- Ponerse retos.
- Tener autonomía.
- Conocerse a uno mismo.
Todo ello nos ayuda a saber gestionar las emociones, a saber sobreponerse ante un problema inesperado y a volver a levantarse.
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