“Imagina que tu corazón comienza a latir muy deprisa, como si estuviera desbocado, tu respiración se acelera, notas un cierto hormigueo por las manos y piernas y comienzas a sentir una sensación de miedo que se apodera de todo tu ser…
No sabes qué es lo que te ocurre, sientes como una descarga eléctrica que te ayuda a creer que tu vida está corriendo peligro, te falta el aire, no puedes respirar bien. Lo único que sabes es que esa sensación es muy desagradable y que quieres hacer todo lo que esté en tu mano para no volver a sentirla.
Tienes miedo del miedo que te genera, sufres de ataques de pánico”.
Esta situación que acabas de imaginar, es lo que puede sufrir una persona en su día a día que padece de ataques de pánico.
En nuestro Centro de Terapia Breve atendemos tanto de forma presencial como online a muchas personas que saben lo invalidante que puede llegar a ser vivir desde el pánico. La mayoría de las personas que acuden a nosotros llegan muy frustrados porque han acudido a muchos especialistas que no les han ayudado y sienten que su problema no tiene solución.
Además, quienes han sufrido este tipo de problema saben lo invalidante que puede llegar a ser ya que el miedo te hace aislarte, volverte dependiente de los demás y perder tu autonomía y libertad. Para nosotros es muy importante cuando nos llega una persona con esta problemática, ayudarle a que entienda cómo funciona este problema para que la persona empiece a desactivarlo. Ahora te contaré cómo hacerlo un poquito más adelante. Antes de explicarte esto, me encantaría decirte que el miedo se aprende a gestionar.
El miedo es como un fantasma que cuanto más huyes de él, más te persigue, pero, cuando te paras y le miras a la cara, tu miedo desaparece.
Desde el centro de Terapia Breve, queremos ayudarte a mirar tus miedos a la cara, para que tus miedos se conviertan en coraje.
¿Qué es un ataque de pánico?
Un ataque de pánico se caracteriza por ser una experiencia repentina de miedo intenso o malestar que alcanza su pico de intensidad en minutos. Estos ataques suelen ser impredecibles y pueden surgir en situaciones cotidianas o incluso en momentos en los que estamos relajados.
Durante un ataque de pánico pueden surgir síntomas físicos y emocionales intensos. Las personas que lo sufren pueden llegar a sentir que pierden el control, que están enloqueciendo o que su vida está en peligro. Aunque en la mayoría de las ocasiones no representa una amenaza real para la vida, pueden ser muy angustiantes e interferir en la calidad de vida de una persona.
Es muy importante diferenciar un ataque de pánico de la ansiedad generalizada, ya que en esta última es un estado continuo en el que aparecen preocupaciones persistentes y excesivas sobre diferentes aspectos de la vida y, los ataques de pánico se caracterizan por ser episodios agudos de miedo intenso y síntomas físicos notables.
Las personas que sufren ataques de pánico sienten mucho miedo a morirse, a perder el control y marearse o a enloquecer.
Cada vez que sufre un ataque sienten una sensación angustiosa que les hace pensar que están muriendo o que pueden morir. Esto les puede pasar ante situaciones de tensión o también mientras están relajados viendo un programa de televisión, mientras hacen las tareas del hogar, mientras están en el transporte público, mientras espera en alguna cola su turno… Lo pueden experimentar de forma inesperada, por ello suelen anticiparse para intentar protegerse, evitando situaciones dónde les será difícil escapar o pedir ayuda.
¿Cuáles son los síntomas de un ataque de pánico?
Por lo general, los síntomas de un ataque de pánico suelen ser:
Sudoración, temblores, taquicardia, parestesia, sensación de ahogo o falta de aire, mareo, visión borrosa, presión en la cabeza, náuseas, molestias abdominales, escalofríos o sofocaciones, sensación de mareo, desmayo…
Muchas veces se suele confundir un ataque de pánico con una enfermedad física, no es extraño que un paciente te cuente que cuando comenzó a sufrir los síntomas se fue a un hospital y le trataron como si tuviera una patología cardíaca. Esto se debe a que cuando sufrimos un ataque de pánico, nuestro cuerpo se activa como si estuvieras escapando de un peligro. Ese nivel de activación que hace nuestro cuerpo de forma repentina hace que sea normal pensar que estamos padeciendo un problema físico, como un infarto.
¿Cómo se construye y se mantiene un ataque de pánico?
Cuando una persona sufre de ataques de pánico, cuando nota que su corazón ha latido de una forma extraña o va más rápido de lo habitual, se asusta. Al asustarse su corazón va aún más rápido, por lo cual, se asusta mucho más e intentará hacer todo lo posible para tratar de calmarse, relajar sus latidos y, al comprobar que, en vez de relajarse sus latidos van más y más rápido, se asustará más hasta generar una crisis de pánico.
Desde el modelo de terapia breve que seguimos en el Centro de Terapia Breve Ana Belén Medialdea, cuando alguien nos llega con esta problemática, no nos concentramos en buscar el origen del problema, sino más bien, nos centramos en investigar qué es lo que está haciendo la persona para solucionar su problema que, en vez de ayudarle, le está haciendo que el problema se mantenga y empeore, eso es lo que llamamos las soluciones intentadas.
Hemos podido observar que cuando se ponen en marcha las siguientes 4 soluciones intentadas, durante un mínimo de 3 meses, se desarrollará un trastorno de ansiedad.
Las soluciones intentadas que se suelen poner en marcha y que ayudan a construir el problema son:
- Intento de control de las reacciones fisiológicas del cuerpo: Las personas que sufren de ataques de pánico están muy pendientes de las señales de su cuerpo. Es como si fueran muñecas rotas con los ojos hacia adentro. Esta solución no funciona porque cuánto más la persona intenta controlar voluntariamente sus síntomas, más se descontrola. “El intento de control nos hace perder el control”. Por ejemplo: “Cuánto más intento controlar mis palpitaciones, estas más se alteran y más me asusto”.
- Pedir ayuda y tomar precauciones: Para evitar tener que enfrentarse a su miedo en primera persona, quien padece de ataques de pánico, intentará pedir ayuda a un ser querido para estar acompañada, para no sentirse sola y así estar más protegida y segura. Además, intentará tomar precauciones como, por ejemplo: llevar encima la medicación, llevar una botellita de agua, llevar azúcar… etc.
- Evitación: La evitación es una de las soluciones intentadas del miedo por excelencia. El miedo nos hace querer escapar de las situaciones que puedan generarnos un malestar, porque el miedo quiere protegernos de los peligros. El caso es que cada vez que evitamos aquello que nos da miedo, nuestro miedo aumentará. “Miedo evitado, miedo incrementado siempre”.
- Hablar constantemente del miedo: En el caso del miedo, hablar del problema tiene un efecto contradictorio, en vez de ayudarnos a desahogarnos, nos ayuda a confirmarnos el problema. Hablar constantemente de aquello que nos da miedo nos hace empeorar el problema.
¿En qué consiste el tratamiento de los ataques de pánico?
En nuestras consultas de psicología tanto presenciales como online, tenemos como primer objetivo que, la persona que acude a consulta sufriendo de ataques de pánico pueda entender cómo está funcionando su problema. Le ayudaremos a que pueda aprender cómo se construye y se mantienen los ataques de pánico para evitar que el problema siga empeorando.
La primera fase del tratamiento estará orientada a que la persona pueda obtener herramientas para que pueda ser consciente de sus soluciones intentadas que no les funcionan para que así pueda bloquearlas y destruirlas.
Después, se entrenará al paciente para usar una maniobra terapéutica que tiene el fin de ayudar a la persona a enfrentarse a sus miedos para que estos pasen de ser miedos invalidantes a miedos que podemos gestionar.
Una vez que el paciente ya tenga la herramienta que le permitirá hacerle frente a su miedo, se le ayudará a que pueda evitar aquellas cosas que solía dejar de hacer por miedo y a dejar de solicitar ayuda y tomar precauciones.
El objetivo que tenemos el equipo de psicología en el Centro de terapia breve es ayudar a las personas que sufren de ataques de pánico es que estas personas sean capaces de mirar a la cara a sus miedos para convertirlos en coraje. Que las personas que acuden a nosotros entiendan que, ellos son mucho más importantes que sus problemas.
Con las herramientas y técnicas adecuadas, si hay un problema, hay una solución. ¡Contacta con nosotros!
